¿Global Sourcing en las administraciones públicas?
Llevamos en crisis económica en España un tiempo lo suficientemente significativo como para que a estas alturas se hubiesen tomado medidas eficaces para combatirla, aminorarla y, en la medida de lo posible hacerla desaparecer. Y medidas, seguro, se han tomado unas cuantas, pero eficaces, lo que se dice eficaces no parece que lo hayan sido demasiado.
En tiempos de crisis, uno de los puntos de acción en los que se suele hacer foco es en la reducción del gasto público, tanto a nivel estatal como llegando a la más reducida de las corporaciones locales.
En el caso que ahora nos ocupa hablaremos del gasto público exclusivamente atendiendo a la contratación de bienes y servicios que, desde las administraciones públicas, se realiza para el mantenimiento de estructuras permanentes así como la acometida de nuevos proyectos.
Lo más habitual en estos casos viene siendo lo más fácil, que es reducir el gasto eliminando partidas. ¿Hay que asfaltar la calle tal? Lo dejamos para cuando vengan las elecciones. ¿Qué hay del hospital cuya construcción íbamos a aprobar este año? Lo mismo. Cuando lleguen las elecciones. ¿Qué hacemos con el gasto en transporte público? Reducimos el número de autobuses. ¿Y con los servicios de limpieza? Menos operarios. ¿Y con…? Pues eso. Cortar, reducir, mutilar, suprimir… a costa del servicio prestado al contribuyente.

Recientemente hablaba sobre este asunto con un conocido que ostenta un cargo relevante en una corporación local. “La cosa está muy mala y no hay dinero”, me decía. “Si queremos ahorrar hay que gastar menos con lo que no hay otra opción que reducir servicios”.
“¿Y si la Administración Pública comprase mejor?”, contesté. “Al final su funcionamiento en cuanto a la adquisición de bienes y servicios no es tan diferente del funcionamiento de una gran empresa cualquiera. Se trata de cubrir unas necesidades y para ello en el mercado hay expertos profesionales con capacidad para establecer procedimientos que garanticen la consecución del mejor servicio al mejor precio”.
Mi conocido callaba.

“Se trata de establecer estrategias de Global Sourcing. No es en absoluto complicado si se cuenta con el equipo adecuado y se le deja hacer. El sistema de publicar un concurso en el boletín oficial correspondiente y esperar a que se presenten los candidatos es más que retrógrado si lo que se busca es comprar bien, ya que en absoluto te garantiza que lleguen los candidatos adecuados. Se trata de un sistema oscuro que obstaculiza cualquier compra eficaz”.
Y seguía callando.
“Además, el trabajo que habría que hacer es ingente, ya que no sólo se trata de las nuevas adquisiciones que vayan surgiendo, sino de revisar las ya existentes. Se trata de optimizar, de modernizar… ¿No estamos en crisis? ¿No será mejor solución gastar menos en lo mismo que menos en menos?”
El interlocutor sonrió. “Muy bonito todo. ¿Y qué hacemos con el “factor humano” de la política? ¿Recuerdas cuando Zaplana dijo que estaba en política para hacer negocios y todos se le echaron encima? Hipócritas. A ver quien dice al concejal este o al director aquel que se van a aplicar políticas de Global Sourcing. Se ríen en tu cara. En grandes proyectos a lo mejor se podría hacer algo, pero ¿tú sabes la cantidad de dinero que se gasta en compras “menores”? El sistema es el que es porque funciona donde tiene que funcionar.”
Pues eso.

Juan Cantelar
Etiquetas: administraciones públicas, concursos, crisis, Global Sourcing
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