El comprador como gestor integral de proveedores
Recientemente leía una interesante frase en un foro de compradores: “Al final se nos olvida con frecuencia que todos somos proveedores y clientes de algo”. Esta sentencia, que puede resultar pueril leída una primera vez, encierra una verdad oculta y altamente preocupante en el mundo de las relaciones comerciales entre empresas.
¿Cuántas veces, como compradores, hemos establecido relaciones duraderas e incluso de alto impacto con proveedores y la empresa para la que trabajamos no ha llegado ni tan siquiera a ofrecer sus servicios al proveedor sabiendo que el mismo los consume de forma habitual?
Ya se sabe, Compras es Compras y Ventas es Ventas. Son dos procesos separados, me pueden llegar a argüir.
Otros me dirán que no, que estas cosas ya no son así, que los departamentos de Compras y de Ventas en la empresa colaboran de forma fluida integrando y aprovechando la información que puede ser útil para ambas partes de cara a obtener el mayor beneficio para la entidad.
La experiencia me demuestra que es un paso, pero insuficiente.
¿Cuántas veces se ha visto cerrar un proceso de compra importante en el que se ha mencionado la posibilidad de “cross-selling” entre proveedor y cliente, si bien la conversión del proveedor en cliente ha quedado diferida a un posterior contacto entre el área de Ventas y el departamento de Compras del proveedor?

Hay buenas intenciones sí, pero sin prisas. Los procedimientos se cruzan pero cuando están a punto de encontrarse se vuelven a separar para volver a ir en paralelo.
Compras es Compras y Ventas es Ventas. Sigue siendo insuficiente. Altamente insuficiente. Burocracia, se pongan como se pongan.
¿De verdad que no se ha pensado en que el comprador pueda ejercer también de comercial en estos casos? Pero de comercial auténtico, no de mero interfaz con el área de Ventas. ¿No se ha pensado (pero de verdad, de forma eficaz) en que los procesos de venta cruzada deban ir íntimamente ligados al proceso de selección de proveedores, siendo parte integrante e inexcusable de los mismos? ¿No sería más que interesante que el proceso de compra no se cerrase hasta que no quedase cerrado el servicio a contratar con el proveedor como cliente?
No, lo siento. No se trata de establecer una mera declaración de intenciones, un derecho de tanteo más o menos fiable. Se trata de poder medir de una forma global el resultado de una operación económica con un proveedor, una auténtica gestión global de proveedores.
Y aquí es donde, en mi opinión, debería entrar el responsable de Compras como gestor global, como auténtico Project Manager, con conocimientos y autoridad suficiente para poder cerrar acuerdos comerciales, por supuesto con el apoyo del área de las áreas de ventas y técnicas en todo lo referente a producto, servicio, disponibilidad, tarifas…
No pretendo, por supuesto, que este súper-comprador vaya por su cuenta, pero sí pretendo que pueda aprovechar su fuerza negociadora y el momento adecuado de la misma para poder comprar al mejor precio y mejor servicio y vender lo máximo posible a la empresa proveedora que en ese momento está dispuesta a hacer concesiones.
Insisto en que no se trata de cruzar los procesos de compra y venta, sino de que sean uno sólo, siendo el ahorro obtenido tan sólo una parte más del resultado económico a reportar.
Eso sí, al comprador hay que retribuirle por esta labor una comisión justa en su salario. No se puede tratar de complicar su labor únicamente, sino de construir nuevos profesionales, altamente cualificados, y capaces de cerrar en una sola operación dos acciones altamente rentables para el resultado económico de la compañía: el ahorro y la venta.
Me suena bien. Se acabó el comprador como tal aparece el responsable de proveedores. Un paso adelante en la evolución de la especie.

Juan Cantelar
Etiquetas: gestión de proveedores, responsable de compras, ventas